La logística militar es un ámbito especialmente complejo y en constante evolución. El desarrollo de soluciones más eficientes, eficaces y sobre todo seguras deviene, en este campo, más que una opción una necesidad crítica y fundamental.
No es de extrañar, por ello (y dada su importancia vital), que el transporte y el abastecimiento de materiales y servicios en el ámbito militar se haya ido convirtiendo, con el tiempo, en operaciones cada vez más seguras gracias a la mejora en el diseño de soluciones destinadas a este fin. Sin embargo, la presencia física en una zona de conflicto siempre entraña riesgos, por lo que la apuesta por opciones de transporte no tripulado, en concreto por el uso de drones para realizar tareas logísticas y de transporte se está convirtiendo en una de las tendencias más claras en el ámbito de la logística militar.
Si estás interesado en este tema, también te recomendamos la descarga de forma gratuita de nuestra guía sobre innovación en la cadena de suministro
Ventajas del uso de drones en logística militar
Las ventajas del uso de drones (o trasnportes no tripulados) en operaciones militares son incontables. Desde misiones estrictamente bélicas hasta la logística y el abastecimiento, los beneficios que aporta esta tecnología no solo redundan en una mayor seguridad de los efectivos desplegados en las zonas de conflicto, sino también en operaciones más eficaces, más eficientes y con menores riesgos desde el punto de vista personal y material.
El abastecimiento a unidades en el frente, situadas en las mismas líneas de fuego siempre ha sido uno de los mayores quebraderos de cabeza de los responsables de las operaciones logísticas en el terreno militar. Con el uso de drones el cierre o la obstrucción de las líneas de abastecimiento al frente podría dejar de ser el equivalente a una tragedia anunciada. Y es que la posibilidad de llegar hasta las mismas unidades desplegadas en primera línea, incluso cercadas por fuego enemigo sin correr prácticamente ningún riesgo personal puede llegar a transformar los parámetros que tradicionalmente regían a la hora de planificar las operaciones militares. También las tareas de defensa se ven enormemente mejoradas si se cuenta con dispositivos de vigilancia aérea o terrestre no tripulados, controlados remotamente y equipados con tecnología que supera las capacidades del ojo humano.
Es más, gracias al abastecimiento de efectivos ofensivos o de defensa mediante drones se reduce la necesidad de contar con personal civil o militar destinado a realizar tareas logísticas, con lo que esto representa para la simplificación y el abaratamiento de los costes de las labores de seguridad y vigilancia de las líneas de abastecimiento.
No obstante, y pese a ser cada vez más frecuentes, aún existen motivos de peso para frenar el despliegue masivo de drones en zonas de conflicto armado incluso para llevar a cabo operaciones logísticas y de transporte. La posibilidad real de que esta tecnología caiga en manos enemigas (facilitando información reservada altamente sensible), los altos costes económicos no solo de los drones en sí, sino también de su mantenimiento, carburante… una capacidad de carga restringida o, de un modo destacado, la autonomía de la que disfrutan (aún, hoy por hoy, con bastantes limitaciones) son algunas delas razones que frenan su utilización.