Gestión logística integral es la gestión de todo el sistema de la cadena logística como una sola entidad, en lugar de la gestión separada de las funciones logísticas individuales. Comúnmente se define como el proceso de anticiparse a las necesidades y deseos del cliente, gestionando la adquisición de capital, materiales, personas, tecnologías e información necesarias para satisfacerlos.
En los últimos años, la mayor intensidad de la competencia minorista ha transformado drásticamente la forma en que las empresas distribuidoras enfocan sus operaciones logísticas. Estos cambios incluyen la aplicación de la gestión logística integral al análisis y diseño de sus cadenas de suministro y, lo que es más importante, el uso extenso de tecnologías de la información, como fuente de ventaja competitiva.
La efectividad en los resultados depende de la creación de una red que optimice el cumplimiento de las peticiones de los clientes en las condiciones de entrega pactadas. La gestión logística integral es, por tanto, un proceso orientado al servicio que abarca todas las acciones que se llevan a cabo desde el abastecimiento de materias primas hasta la entrega el producto terminado al cliente final.
Las áreas funcionales de la logística que se han de integrar son las siguientes:
1. Localización de instalaciones y diseño de la red.
2. Gestión de la información.
3. Gestión de transporte.
4. Gestión de stocks.
5. Gestión de almacén
6. Manipulación de materiales.
7. Empaquetado y envasado.
La gestión logística integral se ocupa de todas ellas, buscando el equilibrio y la coherencia, y abordando su gestión como la de un todo orientado a dar servicio al cliente de forma efectiva y eficiente en costes. La aplicación de los principios de la gestión de logística integral culmina, con frecuencia, alcanzando el compromiso entre intereses tradicionalmente en conflicto dentro de la empresa.
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La necesidad de una gestión logística integral
La gestión logística integral es la consecuencia de la evolución de los mercados y la sofisticación de los clientes. Son muchas las variables que afectan la evolución y el crecimiento de la función logística, pero podrían destacarse tres:
A/ La necesidad de integración proviene principalmente de la toma de conciencia acerca de la importancia de los consumidores y el concepto de marketing. Las líneas de productos se iban ampliando para satisfacer la creciente demanda de más variedad, más opciones. Esta expansión supuso una presión sin precedentes en las cadenas de suministro, que se veían forzadas a mover más productos manteniendo los costes bajos, especialmente en lo referente a transporte e inventario.
B/ Un segundo factor determinante para la proliferación de la gestión logística integral han sido los avances tecnológicos. El desarrollo de software orientados a apoyar la gestión logística supusieron una mayor eficiencia en muchas áreas, como:
- La optimización de las rutas de transporte.
- La eficacia en el control de inventario.
- La consecución de una mejor distribución del almacén, gracias a cambios en el diseño.
C/ Sin embargo, quizás el impulsor más activo de la gestión logística integral haya sido la globalización. La internacionalización de los negocios y el desarrollo de bloques comerciales mundiales influyen en la necesidad de cambio, en busca de la ventaja en costes.
La gestión logística integral, en busca de ese flujo continuo e ininterrumpido de producto se apoya en tres tipos de operaciones:
1. Logística de atracción: también conocida como inbound logistics, se refiere al abastecimiento y lo que implica. En concreto, está centrada en la relación entre la empresa y sus proveedores y en el inicio del flujo de producto, que da comienzo con la llegada de los materiales a planta.
2. Operaciones: es la fase de conversión, el momento en el que intervienen las transformaciones que se producen ya dentro de las instalaciones de la organización. Bienes y materiales avanzan de operación en operación, completando procesos.
3.Logistica outbound: se refiere a la distribución física, el momento en que se hace efectiva la relación entre la empresa y sus clientes. En este punto, el producto terminado sale de planta para trasladarse hasta el consumidor final.
Cada una de estas relaciones se sustenta en la ejecución de cinco actividades logísticas primarias como son el transporte, la estructura de las instalaciones, la gestión de inventarios, la manipulación de materiales y el flujo de comunicación.
El marco de trabajo de la gestión logística integral busca garantizar la eficiencia en la aplicación de la estrategia de negocio en las siguientes áreas:
- Diversificación de productos.
- Reducción de los tiempos de ciclo.
- Efectividad en los envíos en pequeñas cantidades.
- Aumento de la frecuencia en las entregas.
- Fiabilidad de las entregas.
- Orientación de servicio al cliente.
- Consecución de los objetivos de bajo nivel de stock y rápida rotación de inventario rápido.
- Disponibilidad informacional en un ámbito de aseguramiento de la calidad.